Uno de los suplementos más populares del mercado en los últimos quince años debido a su eficacia ha sido el Monohidrato de Creatina. Hoy día existen creatinas de nueva generación, por lo que las posibilidades de los deportistas para alcanzar sus objetivos son infinitas.
En el año1923 se publicó el primer informe científico descubriendo que más del 95% de la Creatina se guarda en el tejido muscular. El primer informe publicado de los beneficios de la Creatina para el rendimiento deportivo data del año 1926 en El Periódico de Química Biológica. Aunque no ha sido hasta los Juegos Olímpicos de Barcelona en el año 1992 donde se ha constatado el uso deportivo de este suplemento. La Creatina se produce en el hígado, páncreas y riñones, y se transporta a los músculos del cuerpo a través del torrente sanguíneo. Una vez que ha llegado al músculo se convierte en Fosfocreatina (fosfato de creatina). Esta molécula altamente energética se usa para regenerar la última fuente de energía de los músculos, el ATP (adenosin trifosfato). La creatina es 100% natural y muchos alimentos son ricos en ella, por ejemplo, el arenque, el salmón, el atún, la carne, etc. De ahí que sea sustancia “no doping”, por lo que nunca podrá prohibirse en ningún deporte o competición.
Numerosos estudios han demostrado que el Monohidrato de Creatina puede aumentar la masa muscular en sólo dos semanas, mejorando la fuerza explosiva de los atletas y acelerando los procesos de recuperación. El monohidrato de Creatina mantiene las células musculares hidratadas y mejora el crecimiento de los músculos consiguiendo fibras musculares más grandes y más fuertes.
Los últimos estudios que comparan Creatina vs. placebo demuestran que la suplementación con Creatina aumenta la energía, la fuerza explosiva, la recuperación e incluso han descubierto que acelera la pérdida de grasa en el cuerpo.
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